jueves, 31 de octubre de 2013

COLMOS



Leo 

martes, 2 de abril de 2013


No soy tan guapo como Garzón (Jaime) ni tan estúpido como Pastrana, ni tan peligroso como Uribe (eso lo dijo Garzón) no soy soñador como Santos. Lo único que sé es que no hay donde escoger.   

sábado, 9 de julio de 2011

Las campañas políticas

Hace poco estuve en una reunión política en mi país, Colombia, del partido liberal, fueron a mi casa, por esas cuestiones que todavía no explico: el mismo discurso de mi país, la seguridad y el empleo, fue muy dinámica ya que se permitió hablar a los acudientes, una mano de viejitas sin nada que hacer – pero votan – a lo que me refiero es al síndrome de político de cuna, , aquellos que piensan que es estrato medio bajo de Colombia no ha estudiado, ni tiene carro,  esto tal vez sucede porque han estudiado en universidades costosas y en el exterior, tienen la mirada de artistas hollywoodenses , vienen con un atisbo, que esto es un potrero y tratan a la gente de bruta ¡imagínense el discurso! “es hora de votar por alguien estudiado, ya vimos que la gente que no estudia no puede con el poder”, no es para reírse, los estudiados siempre han hecho bellezas  en este país, nos tienen al borde de la locura por seguridad y movilidad – y eso que el habré ya no es un tema político – y no ofrecen las herramientas para que el estrato más bajo de la población – que son la mayoría – estudie, pero también se olvidan que hay una clase media estudiada, tenemos infinidad de técnicos tecnólogos y profesionales – unos con empleo – que mueven la economía de pequeñas ciudades; pero no siguen tratando como brutos. Diciéndonos que  los estudiados merecen el poder, o sea ¿nosotros merecemos el poder? No ellos que nos consideran no letrados.

sábado, 22 de enero de 2011

el síndrome del mesero


Soñaras y señores hoy quiero empezar hablándoles de lo que he denominado el síndrome del mesero (sin demeritar los meseros) Resulta que han pasado las navidades pero siguen llegando amigos y amigas desde el exterior, muchos son familiares. Ganan en dólares o euros. Llegan con maletas grandes en una de ellas traen regalos de todo a un dólar, los niños los esperan con ansias y también sus coterráneos pobres (así tengan carro y casa en un país latino) Llegan dispuestos a contar aventuras gringas, europeas u orientales ¡téngalos ahí!   Ya que son capaces de hablar toda la noche, por eso de cambio de horario. Como dicen en mi país: “hablan más que un perdido cuando lo encuentran”. 
Hacen todo un derroche de alegorías de bienestar, de sus logros, gastan en dólares o euros - uno piensa ¡llego mi amiguito rico!
Todos les piden dinero, ellos se los dan. Regañan con facilidad por cualquier cosa,  dan muchos concejos,  se ríen a carcajadas, todo les parece raro  a veces  desagradable, critican la política social y económica del país. Y cuando uno les dice - me llevar - ¡nonono! ¡Eso es muy duro por allá!  
Cuando van a un restaurante llaman al mesero, piden lo más costoso o lo que más extrañan,  Frijoles con chicharrón. empiezan: - no se demore - que lento es ese mesero – oiga, usted porque me trajo los frijoles con tanta sal -  me va a matar de presión - mejor me trae una hamburguesa con doble carne con un jugo de mandarina pero sin azúcar, por eso de la dieta - no le voy a dar propina-.

Al mes larguito se van, se les acabaron los dólares o euros se dirigen de nuevo, sin ganas pero con necesidad, a meseriarle a los gringos, europeos u otros. nosotros de todo corazón esperamos que no se comporten como lo hicieron acá
Nota: son unos pocos los que sufren el síndrome del mesero (o muchos), agradecemos a todos a aquellos que viven el exterior y mandan para alimentar a sus familias latinas. Ojala algún día nuestros pueblos puedan ofrecernos el bienestar que necesitamos.